Viveros Hernandorena añade nuevos argumentos para seguir siendo considerado como uno de los grandes especialistas en fruta de hueso: nos presenta su nueva línea comercial de plantas preformada, las garantías comerciales que ofrece disponer de su propio microinjerto y su apuesta clara y definida por ser sinónimo de fiabilidad varietal.
Por Marga López, periodista agroalimentaria de eComercio Agrario.
Comienza una nueva campaña de fruta de hueso con un panorama comercial esperanzador para el sector. El abandono y arranque de superficie de cultivo años atrás, la reducción de la producción en países vecinos, y la incesante mejora varietal que cada día nos permite disponer en los lineales de fruta con más sabor, deja entrever un cierto optimismo de cara a la actual campaña comercial.
Este optimismo se refleja también en los viveros, como es el caso de Viveros Hernandorena, donde nos confirman la consolidación de especies como la nectarina y el paraguayo. “La plantación de estas dos frutas se mantiene por delante de otras especies de hueso, eso se refleja en la demanda de planta”, apunta Rosa Hernandorena, directora comercial de Viveros Hernandorena, añadiendo que, en un segundo grupo, en cuanto a demanda de planta, se situarían melocotón, albaricoque y ciruelo, seguidos de pavias y platerinas.
Planta Preformada:
Gran parte del éxito comercial de las nuevas variedades que llegan hoy a los mercados, está en la labor de los viveros profesionales y especializados, anticipándose incluso a las necesidades o labores de los agricultores, como es el caso de Viveros Hernandorena. “A partir de ahora, todos nuestros clientes adquirirán la planta preformada. Es decir, el acotamiento que el agricultor hasta ahora realizaba en campo, lo realizaremos nosotros en vivero, entregándoles ya una planta preformada, y reduciendo por tanto los costes y tiempo de esa labor en finca”, nos explica Rosa Hernandorena, indicando que este acotamiento se realiza con una altura de planta de 50 cm, punto a partir del cual el árbol comenzará a formar sus ramificaciones para la formación del árbol.
«Otra de las señas de identidad de Viveros Hernandorena es la disponibilidad de sus propios microinjertos».
Se trata de un mayor valor añadido, que se suma al valor diferencial de este vivero y que ellos denominan las 3T: Trazabilidad, Transparencia y Transferencia.
El valor del microinjerto propio:
Otra de sus señas de identidad, y que refuerza sus 3T es la disponibilidad de sus propios microinjertos. Sin depender de terceros, controlan la totalidad del sistema de producción de plantas, pudiendo realizar la tarea de microinjerto durante 10 meses al año, y por tanto con capacidad de suministrar plantas todo el año. “Podemos atender la demanda de cualquier fruticultor, ofreciendo de forma rápida planta comercial para su plantación en el campo en el menor plazo de tiempo posible”, argumenta la directora comercial.
Además de la producción de planta bajo pedido, cuentan con un importante stockaje, que gracias a esa misma trazabilidad y los inventarios actualizados diariamente, les permite dar respuesta a cualquier demanda de planta de forma inmediata.
Fiabilidad varietal
Pero tan importante son las técnicas de producción de planta para la consolidación de un vivero, como la confianza que este genere en los agricultores. Hoy Viveros Hernandorena es sinónimo de fiabilidad varietal. El boom de obtentores y variedades y la necesidad de ofrecer a los agricultores las novedades, acarrea riesgos, muchas veces derivado de esa premura. Minimizar riesgos sanitarios o de errores varietales es la máxima de este vivero, que trabaja solo con aquellos materiales fiables varietalmente. “Con fiabilidad varietal nos referimos a autenticidad varietal, sanidad varietal y adaptabilidad varietal. Garantías de todo esto lo que nuestros clientes encontrarán en nuestras plantas, gracias a el control máximo de la planta madre, estudio en campos experimentales y de referencia de las novedades varietales y visitas técnicas guiadas a campo catálogo durante la temporada para su conocimiento a pie de campo”, confirma Rosa Hernandorena.
Viveros Hernandorena camina hacia la construcción de su propia marca, su propio sello de identidad, que refleja un sistema de producción de planta innovador, fresco, con la mirada siempre puesta en el cliente, en ofrecerle valor añadido, pero también en los mercados, porque son conscientes de que el éxito productivo y comercial van de la mano.